Me confundo un poco al enterarme de qué forma me ves.
Piensas que soy de personalidad "auténtica", propiamente arraigada; lo que se manifiesta como de personalidad "diferente", y me preocupa un poco.
Porque no sé qué tanto he dicho o hecho para que pienses que me cuesta trabajo actuar de alguna manera que no vaya con mi "patrón a seguir".
Porque cuando te des cuenta de que TAMBIÉN soy tan común como la cereza en el pastel, entonces, quizás... dejes de interesarte en mí.
Pero no lo hagas... mejor solo piensa en que puedo adaptarme a la circunstancia.
Aunque adaptarme no significa esforzarme o cambiar. O cambiar no significa que me moleste experimentar.
¿Te estoy confundiendo? No lo hagas... Mejor bésame y siénteme, así como te gusta generalmente: sin bases ni fundamentos, solo por impulsos, química mágica (rara combinación). porque te atraigo y porque me encantas, porque te ries de mis tonterías, porque te escucho con atención, como si fuese el gran secreto de la vida. Porque tu mano sobre la mía se siente... mía.
Porque cuando tus labios conectan con los míos, es compararlo con... caminar por otras vías, saberse segura, a voz de "Dios... ésto es vida". Porque cuando tu me besas, sé que es cuando realmente me conoces, pues procuro disfrutar tus labios como si no existiese otro par igual... no solo por lo exageradamente rico que es un beso tuyo, sino porque siento que se me escapa el alma para sentirse plenamente tuya. (que si, es tuya, pero yo te la cuido cuando hay distancia).
Total... que si te pierdo con cómo soy o te confundo con lo que escribo, o le doy vueltas a tu cabeza y te exaspero en demasía... cuenta 1 2 3 y recuerda lo que es un beso nuestro (y todo lo que conlleva y le sigue... ).
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Si te revuelvo la cabeza... no es intencional...
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Estoy (ENORME, INCREIBLE, MARAVILLOSAMENTE) enamorada de ti.
