Archive for 23 jul 2009

1ra. 2da. y 3ra. llamada


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Me buscaste, pero... no me encontraste. Igual, me ayudaste.

Recuerdo que me enviaste un e-mail donde anunciabas que vendrías el próximo fin de semana. Era la tercera vez en nuestra vida que arreglabamos encontrarnos.
La primera vez que nos vimos fue porque insististe demasiado y yo, yo tenía una curiosidad increible por ver como era interactuar con otra chica con mis mismos gustos, el cual hasta ese momento, solo había quedado dentro mio como algo que era pero aún no exploraba. Llegaste y en el portón de la privada donde vivo, me esperabas. Tu mensaje me apresuró y me hizo sentir nervios. La verdad es que no tenía muchas expectativas, la verdad es que estaba en pañales, mi historial con mujeres iba en ceros. Eres año y medio menor que yo, en ese entonces tu 17 y yo iba a la mitad de mis 18. Te vi, yo pensaba que eras una niña linda, pero eso que nos precedía como no tener nada en común, no me dejaba en paz. Estabas nerviosísima, aún más que yo y eso no lo comprendía, tu ya habías salido con otras chicas.
Te pregunté: "¿Por qué estás nerviosa?, estamos platicando bien..." Respondiste: "Si, pero... esque me gustas mucho". Me sonrojé y te sonreí. Tu te acercaste y realmente con mucha sorpresa, me besaste. Fuiste mi primer beso de parte de otra mujer, fue... diferente, rico, si, pero aún no me convencía. Nos despedimos. Me llamabas por teléfono o me envíabas e-mail, yo te tenía bloqueada en el MSN, más siempre contesté los correos que me enviabas. Pasó casi un año así y te fuiste a estudiar tu licenciatura en otra ciudad.

La segunda vez me llamaste para anunciar que véndrías con tu familia a pasar las vacaciones. Siempre te tuve cariño, la verdad es que sentía que te esforzabas por gustarme y yo con el paso rápido del tiempo y las experiencias, me volvía aún más exigente, no hacíamos click (además de que ya en este entonces tenía novia). Acepté verte porque yo te hacía mi amiga, ¿Que no pueden verse dos chicas lesb en plan amistoso? Re: Si, se puede, pero tu lo complicabas. Te cité fuera de la Expo donde había evento. Mi intención era entrar, platicar y estar rodeadas de gente y que tu no me insinuaras nada... pues me equivoqué, decidiste estar fuera porque según tu, tenías un dolorcito en el pie y te impedía caminar. Platicamos de lo sucedido durante el año transcurrido, me besaste, te pedí que no, por favor (Mientras me sentía afortunada, te habías puesto guapa para mi). Caminamos, platicamos más, yo rogaba que tuvieras que irte, me hacias comentarios incómodos como el querer estar conmigo y yo... pensaba en mi ahora ex y no sabía como responderte "sabiamente" (Ajá, pretendiendo ser sabia a los 19, ¿Que mala broma, no?), me robaste más besos, besos que no sentía, que te agradecía, que me producían ternura de tu parte pero que quería limpiar YA de mis labios. Te despediste diciéndome: "No seré tu plato de segunda mesa" acto seguido, te subiste al taxi. Apenas pude decirte: "No, no... bye". Ja! ¿Para qué negarlo? Me dejaste llamándote Niña Loca en mi cabeza.

Tu último e-mail con la intención de vernos... Quedamos en la plaza para invitarte un café (El cual no sé que mosca te picó que apenas sorbiste un traguito). Habían pasado casi 2 años más desde aquella "cita amistosa" en la expo. ¿Por qué nos volvíamos a ver?... si sí...Yo terminé temporalmente con mi ex y quería distraerme. Aquí es donde viene esa etapa en la cual tu sin saberlo, me fuiste de gran ayuda. Una desesperación por saber de qué era capaz me invadió, te vi como mi oportunidad de ponerme a prueba (aún lo siento a medias, lo sentí mucho más en aquél entonces con la consecuencia, pero ahora prefiero reconocerte el ayudarme a conocerme mejor). Antes de llegar me habías enviado en tus e-mail información sobre tus actividades escolares y sobre la nueva chica a la que habías conocido, aún no era tu novia, pero decías que te gustaba mucho y que solo así ibas a pasar de mi. Me dio gusto por ti, pero allí fue que comencé a preguntarme: "¿De qué eres capaz?, ¿Cuánto puedes atraer a alguien?" Si, esto es bueno y malo, porque sinceramente nunca había sido una reverenda #$&5#/$, pero tenía curiosidad de saber si podía serlo, quería definir si podía ser atractiva y a qué grado, claro... siempre teniendo en cuenta que habrían consecuencias...
He de decir que te veías fenomenal, ya no eras la chica de 17, ya tenías 20 y me lo demostrabas con tu increible escote, tus pantalones de mezquilla muy ceñidos, tus tacones y bueno, del rostro bastante atractiva (No había hombre o mujer que no voltease a verte, y aquí es cuando surgia mi incógnita desde el principio contigo y con quien sea que se había declarado con gusto hacia mi ). Tu siempre con tu actitud "inocente" pero diciéndome que no lo eras, sonriéndome y bajando la mirada, acusándome de esto. En el café tomaste mi pierna y luego acercaste tu boca a la mia, yo... no pude. A medio cm. de besarme, interferí con mi mano entre neustras bocas y tu te pusiste rojísima, me echaste una mirada de desprecio o no sé que, pero me asustó, me sentí mal por ofenderte, me sentí estúpida, te pedí perdón y tu sonreíste con amargura y agregaste: "No.. está bien". Iba a llover y mi casa estaba cerca, era hora de afrontar si iba a llevar a cabo lo "planeado" o no. Lo hice, te invité a casa. Nos sentamos, tu sobre mi. Nos besamos y luego te negaste continuar diciendo "Es que no entiendo... no querías besarme allá, yo empezaré a salir con fulanita, ¿Que quieres?". ´Fue l clave para saber que el momento se había complicado como quizás yo esperaba.
Total. Lo que pasó después me alimentó un ego que no me reconocía, a la vez, me amargaba la persona que usualmente era. Ya sabía lo que podía lograr, me sentía satisfecha en un aspecto pequeñito, lo demás era vacio, un vacio que me prometí después de conocido, no volver a sentir. Nos despedimos, yo ya no podía verte a la cara, quería llorar pero no supe bien si era por ti o por mi (no me costó mucho tiempo más para reconcer que era por mi).

Mi trato hacia ti por los medios que nos siguieron comunicando, te dieron a entender que yo quería seguir como tu amiga, no más. Comenzaste a salir con la chica de la ciudad donde vives. Ha pasado casi año y medio desde la última vez que nos vimos, de repente nos acordamos de nosotras(me escribes, te contesto o apareces en el MSN, si... ya todo en paz, en linea), me recuerdas muchas cosas, me recuerdas mucho de mí que no llevo escondido, más bien allí está y no le hago uso por decisión propia, me va mejor de chica zen (Totally!). No me disculpo ahora porque me gusta creer que
de igual modo, a pesar de todo, algo de provecho le sacaste a nuestra amistad. Si te agradezco, por haberme dado interesantes y hasta divertidos recuerdos, llenos de ratos raros e incómodos, pero bueeeno... así es esto, ó debo decir ¿Así fue esto?